Las elecciones del 2016: Trump, Clinton, y la lucha popular de calle

Por la Organización Socialista Camino de la Libertad

Al parecer, el candidato para la presidencia elegido por el Partido Republicano, será el intolerante multi-millonario Donald Trump. En muchos sentidos, Trump representa todo lo que está mal con este país. Es un incansable promotor de ataques racistas contra inmigrantes y musulmanes, al igual que un misógino que defiende la opresión de la mujer. Al mismo tiempo es un predicador de la avaricia disfrazado como aliado de los trabajadores. Es un populista de derecha que solo posee una característica positiva, y es que, a menos que ocurra un cambio inesperado, es un candidato inelegible.

Aunque Trump es un irrefutable defensor del egoísmo y el capitalismo, a muchos de los ricos y poderosos les inquieta el hecho de darle las llaves de la casa blanca. Estos lo ven como una persona imprevisible que no está capacitada para liderar el imperio que ellos han construido. Con relación a las personas de a pie de este país, la mayoría rechazan la agenda reaccionaria de Trump.

Del otro lado, Hillary Clinton, fiel servidora de los intereses de Wall Street (bolsa de valores) y criminal de guerra probada, ya es bastante conocida. Enemiga de las mujeres pobres, Hillary apoyó reformas a la asistencia social, medida que profundizó la pobreza de millones de personas. ¿Por qué los grandes banqueros y sectores financieros patrocinan sus charlas y le pagan grandes cantidades de dinero? Es porque Hillary Clinton dice todo lo que estos sectores quieren oír. Desde el golpe de estado en Honduras, hasta el ataque contra Libia por parte de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), Hillary Clinton es una candidata con un expediente bastante sangriento.

Si hay algo que muestra claramente el fracaso del sistema bipartidista dominado por el dinero, es precisamente la candidatura presidencial de los partidos Republicanos y Demócratas (Trump y Hillary). El capitalismo monopólico, es un sistema explotador, fallido y moribundo, cuyos principales representantes políticos son dignos participantes del programa de Jerry Springer. No estamos abogando boicotear las elecciones, más bien señalamos que la inelegibilidad de Trump no es razón suficiente para apoyar a Clinton.

El apoyo masivo que recibió Bernie Sanders representó un rechazo popular del status quo y un deseo por algo mejor. En este país existe un profundo descontento con los multibillonarios, Wall Street, y el sistema capitalista. Millones de personas empiezan a simpatizar con las ideas del socialismo. Existe hoy un potencial para que una amplia corriente política de fuerzas progresistas contribuya a la creciente lucha contra la elite que gobierna.

Las cosas en este país ya han cambiado. En todos los lados podemos ver que la gente está en movimiento. En todas las grandes ciudades, y en muchas de las más pequeñas, se han visto protestas contra los crímenes policiales. Este país es una cárcel de oprimidos (Afroamericanos, Chicanos y Latinos, Asiatico-americanos e Indigenas). La mecha está encendida y ha comenzado la lucha por la igualdad y liberación.

Cuando los estudiantes de Chicago detuvieron la presentación de Trump, ellos señalaron el camino a seguir, ahora, a todas las ciudades donde llegue el racista Trump sus presentaciones debe ser confrontadas y detenidas. Estamos creando un movimiento contra todo lo que él representa.

En los próximos meses es vital que los movimientos populares este en las calles exigiendo sus demandas. Los multimillonarios han comprado a los políticos de los dos partidos para que representen sus intereses, por lo tanto, nosotros tenemos que luchar por los nuestros.

La epidemia del terror policial, la desenfrenada desigualdad, el ataque a nuestro nivel de vida y las infinitas guerras, son algunos de los hechos que incriminan a este sistema corrupto. Nosotros podemos hacerlo mejor. En un país donde las cosas andan fundamentalmente mal, se necesita una solución revolucionaria. Necesitamos acabar con el régimen de los ricos, para romper el dominio de los multimillonarios. Esto es algo que no pasara mañana, pero a largo plazo conquistaremos todo por lo que luchemos. El pueblo oprimido y trabajador necesita el poder político y el control de la economía para reorganizar la sociedad en base a nuestros intereses. El capitalismo debe ser derrotado, y solo el socialismo nos liberará.