Por el Equipo de Trabajo del Movimiento LGBTQ y de las Mujeres de la OSCL
Parece que Trump firma cada orden ejecutiva discriminatoria antes de que se haya secado la tinta de la anterior. No se ha tardado ni se ha guardado ningún golpe al atacar a las personas trans.
Las órdenes ejecutivas más recientes incluyen retener fondos federales como rehén para prohibir que los atletas trans participen en deportes y que los niños trans reciban atención médica. Basada en pseudociencia, una orden ejecutiva declara que “es política de los Estados Unidos reconocer dos sexos”. Esto borra a los miles de personas cisgénero intersexual que viven en los Estados Unidos. La misma orden exige que se prohíba a las mujeres trans usar los baños de mujeres en edificios federales, y llama a los compañeros de trabajo a volverse unos contra otros para reportarlos. También prohíbe cambiar los marcadores de género en los pasaportes.
Trump está impulsando legislación que permitiría a los padres demandar a los proveedores médicos por ofrecer atención para afirmación de género a los niños, mientras castiga simultáneamente a los padres y trabajadores de la salud por respetar la autonomía de los jóvenes transgénero. Él también está prohibiendo que las mujeres trans usen refugios para víctimas de abuso y que sean alojadas con mujeres en las prisiones, efectivamente agravando la violencia sexual contra ellas.
Estas órdenes llegan después de cientos de proyectos de ley anti-LGBTQ introducidos por gobiernos estatales reaccionarios en un contragolpe después de la derrota de Trump en 2020. Exponen el rostro abiertamente reaccionario de un imperio en decadencia atacando, tratando de salvar el sistema opresivo del que depende.
Son la punta de lanza en un ataque total contra las mujeres y las personas LGBTQ. La orden de “dos sexos” define que el género comienza “en la concepción,” abriendo la puerta a la peligrosa noción de personalidad fetal. La prohibición de la atención para afirmación de género establece que las personas trans llevan a cabo “una guerra perdida contra sus propios cuerpos,” cuestionando tanto la autonomía corporal como el derecho de las personas a definir sus propias identidades.
La idea de que estas órdenes de alguna manera “protegen a las mujeres” es una mentira. No solo exponen a las mujeres trans y cisgénero a un escrutinio innecesario y traumático de sus cuerpos, sino que tampoco hacen nada para proteger a las mujeres de los verdaderos perpetradores de violencia. Cuando la mayoría de los ataques contra las mujeres ocurren en sus relaciones íntimas con hombres o mientras viven sus vidas en público, regular la participación de las personas trans en la vida pública es una distracción absurda de los verdaderos problemas en nuestra sociedad.
Estas órdenes también limitarán los derechos de las mujeres de nacionalidades oprimidas y de clase trabajadora. La prohibición en los deportes impide que las mujeres trans y las personas no conforme con el género entren al país, abriendo la puerta al racismo contra cualquier mujer considerada demasiado masculina. Las prohibiciones en los deportes y la atención para afirmación de género amenazan con retener los almuerzos gratis en las escuelas, así como los fondos de Medicare y Medicaid a los hospitales que no cumplan con la discriminación contra las personas transgénero.
La OSCL se opone firmemente a estas políticas reaccionarias dirigidas contra nuestros miembros trans de la comunidad. Estos ataques tienen como objetivo intimidar, confundir y abrumar. No lo permitiremos. Uniremos a todos quienes puedan unirse en contra de la agenda de Trump y del movimiento político retrógrado que él representa. Esperamos con ansias luchar en las calles.
