Adoptado en el noveno Congreso de la Organización Socialista Camino de la Libertad en primavera de 2022.
Un futuro socialista
Una revolución es necesaria para poner fin al capitalismo. Los capitalistas monopólicos y sus diputados políticos nunca van a ceder pacíficamente su poder por su propia voluntad — deben ser derrocados. Cuando la gente rebela en contra de la injusticia, la clase dirigente recurre a la represión. La Revolución Americana contra el reinado colonial británico requirió la fuerza, como en la Guerra Civil en los EEUU para acabar con la esclavitud. Nunca obtendremos nada más que lo que estamos organizados de tomar, ¡jamás!
Al derrocar el capitalismo de monopolio, abrimos el camino a la libertad para la gente obrera y oprimida. Un futuro socialista crea posibilidades infinitas para la humanidad de trabajar colectivamente para resolver los grandes desafíos de la economía, la salud, la ciencia, la cultura, la guerra y el ambiente. En un mundo socialista, tendremos vidas con propósito en una sociedad saludable y productiva que beneficia a toda la gente.
El socialismo y el poder político de la clase obrera
El punto inicial del socialismo es la clase obrera multinacional tomando el poder político en nuestras propias manos. Usaremos este poder para recrear la economía, el sistema político, y la cultura — poniendo fin a la explotación.
El poder político — nuestra habilidad colectiva dictar qué es y qué será — nos deja efectivamente atacar a cada tipo de injusticia y desigualdad. Vivimos en una sociedad donde los bienes y servicios están creados por trabajo común, pero la riqueza creada por ese trabajo común es apropiada por individuos. El socialismo nos pone en el camino a la apropiación colectiva y uso de lo que crea la gente trabajadora. Es el inicio de un proceso llevando a una sociedad sin clases.
El socialismo en los EEUU
La clase obrera va a ocupar las alturas dirigentes de la economía, tomando control de las fábricas, los servicios públicos, las redes de transporte, monopolios grandes de tecnología, minas, los grandes comercios minoristas, bancos, y otras instituciones financieras importantes. En resumen, la riqueza — los medios de producir y distribuir las cosas que necesitamos y queremos — estará colocada al servicio de la gente trabajadora. Las necesidades humanas — como comida, cuidado de salud, viviendas, y educación — serán producidas y provistas para la gente, no para lucro.
Acabaremos con la anarquía de producción y pondremos en su lugar una economía razonable y planeada, donde se ponga la gente obrera primero. Los capitalistas se esfuerzan por la tasa de ganancia más alta, y esto no tiene nada que ver con satisfacer las necesidades del pueblo. El capitalismo es un sistema despilfarrador. Derrotaremos con obsolescencia planeada, pagar a granjeros no cultivar, y la mayoría de la publicidad. En vez de que la tecnología sea una fuente de desempleo e inseguridad, utilizaremos la tecnología para liberarnos de trabajos aburridos y peligrosos.
El trabajo mismo será transformado. Con la clase obrera a cargo de la sociedad, los obreros tendrán voz y voto en cómo funcionan nuestros lugares de trabajo. Bajo el capitalismo, enfrentamos el despotismo de capataces y supervisores que nos hacen trabajar duro para los explotadores. El socialismo significa que tendremos un interés real en los bienes y servicios que producimos.
El capitalismo monopólico subyuga naciones y nacionalidades enteras entre las fronteras de este país. Unos EEUU socialistas sistemáticamente abordarán la desigualdad económica y social heredada por el capitalismo. La discriminación será prohibida, tal como las organizaciones reaccionarias, racistas, y fascistas. En todos los ámbitos de la vida, habrá una lucha decidida y prolongada en contra del chauvinismo blanco e ideas que promueven o defienden la desigualdad.
El socialismo abordará con las demandas democráticas que los dirigentes de la América capitalista no estaban dispuestos abordar — por ejemplo, la igualdad de lenguas y garantizar igualdad política. Significa el reconocimiento del derecho de autodeterminación por la nación afroamericana en el Cinturón Negro del Sur, la nación Chicana de Aztlán en el suroeste, y la nación Hawaiana, hasta y incluyendo el derecho de separarse. El socialismo apoyará la demanda de independencia erigida por las colonias estadounidenses del día de hoy: el Puerto Rico, las Islas Vírgenes, el Guam, las Islas Marshall, las Islas Marianas del Norte, y la Samoa Americana. El socialismo también abrirá la puerta al desarrollo nacional total de los pueblos indígenas, incluyendo el restablecimiento de tierra, lengua, y cultura despojada por la conquista americana.
El fin de una sociedad capitalista basada en el dinamismo por lucro abre la puerta para una relación más armónica con la naturaleza. Con el socialismo, podemos seriamente abordar la catástrofe ambiental creciente — incluso el cambio climático. Podemos sistemáticamente subir nuestro nivel de vida, mientras que derrocamos con todo lo despilfarrador e irracional. Deshacer el daño hecho al ambiente por el capitalismo será una meta vital de una economía socialista planeada.
La opresión de la mujer será desafiada y deshecha. Si bien la desigualdad que enfrentan las mujeres es tan antigua como la sociedad de clases, y en algunos casos es anterior a ella, para que el socialismo avance, la opresión de las mujeres debe ser arrancada por sus raíces. Esto significa atacar la desigualdad en su base económica, incluyendo desigualdad de pago. Significa la realización de derechos democráticos, incluyendo los derechos de reproducción, y desarrollar medios para que las mujeres puedan participar completamente en todos los aspectos de la vida política y social, como cuidado de niños universal y fácilmente dispuesto.
La sociedad socialista, en que el poder político está en las manos de los oprimidos, llevará la liberación total de la comunidad GLBTQ — no solo por luchar en contra de las ideas regresivas y perjudicadas, pero también por garantizar el empleo, la vivencia, y derechos familiares y matrimoniales totales. La violencia hacia la comunidad GLBTQ será enjuiciada y eliminada. El cuidado de salud afirmante del género estará dispuesto y accesible, como ya está en la Cuba socialista.
Una sociedad nueva necesita una nueva cultura positiva, popular, obrera en su contenido, y que se cabe con un país de muchas nacionalidades. La fundación de lo nuevo surgirá como una lucha con lo antiguo. Unos EEUU socialistas promoverá la ciencia y combatirá en contra de la ignorancia. Habrá una lucha contra el chauvinismo blanco, masculino, e ideas racistas. Cuando sea necesario, se luchará contra el nacionalismo cerrado. Una cultura socialista, que incluye desde la cine hasta la música y la educación y más, debe promover los valores socialistas como la corporación mientras que opone el egoísmo feo y mezquino y la estupidez del capitalismo.
Unos EEUU socialistas tendrán una política exterior que promueve la paz y se relaciona con los otros países con la meta de lograr respeto mutuo y el beneficio común. La base de esto es el internacionalismo de la clase obrera — el principio que la gente obrera y oprimida debe unirse por nuestras metas comunes. Ayudaremos a otros revolucionarios que luchan contra el capitalismo monopólico y la opresión.
El mazo del cambio
El socialismo es el poder político de la clase obrera, y ese poder es el mazo para recrear la sociedad de arriba abajo. Ante todo, es necesario romper la resistencia de los capitalistas y sus simpatizantes. A largo plazo, el poder es necesario para garantizar que la sociedad continúe avanzando y desarrollándose, y que la clase obrera pueda enfrentarlos que le desafía — en casa o en el extranjero. Continuaremos la lucha de clases hasta que no hay clases.
Los capitalistas y sus portavoces siempre propagaban mentiras para atacar al socialismo, alegando que significa dictadura y burocracia. En realidad, el socialismo es democrático; es una forma más alta de democracia del así llamada democracia predominando bajo el capitalismo. En vez del reinado de pocos billonarios y sus políticos en sus bolsillos, el socialismo es mejor democracia para la gran mayoría. La dictadura de la clase obrera multinacional establece por primera vez derechos democráticos totales para la gente obrera y oprimida, y funciona como bastión contra los que tratan de arrastrar a la sociedad atrás.
El socialismo no es un sueño distante — ya existe en la República Popular China, Cuba, la República Popular Democrática de Corea, Vietnam, y Laos. Nos alegra que los países socialistas existen, y estamos con ellos. La China socialista ha eliminado la pobreza extrema. Cuba tiene un sistema médico que está entre los mejores del mundo. Colectivamente, los países socialistas han hecho grandes cosas y su existencia debilita a los capitalistas monopólicos — nuestro enemigo común. Reconocemos que cada es producto de su propia historia y tiene sus puntos fuertes y débiles — no pudiera ser diferente.
Construiremos un socialismo que se adapta a las necesidades de la gente estadounidense.
Tenemos una evaluación positiva de los logros del socialismo en la Unión Soviética, Albania, y Europa del Este. Los regímenes reaccionarios fueron derrotados, el fascismo fue derrotado, los niveles de vida se mejoraron, y la gente obrera obtuvo poder. Pero también entendemos que algo salió mal. Los líderes de muchos países socialistas abandonaron al marxismo, se separaron del pueblo, sucumbieron a la corrupción, y cayeron víctima de los esfuerzos del imperialismo. Abandonando a su base social, la clase obrera, fueron barridos, o se unieron a la contrarrevolución.
Un partido comunista es una necesidad
Para que haya cualquier movimiento revolucionario para derrotar al capitalismo, la clase obrera multinacional necesita su propio partido político — un partido comunista. Este partido sirve como un centro de organización por los avanzados entre la clase obrero — los que entienden la inevitabilidad y necesidad de lucha de clases, quienes actúan en este entendimiento, y quienes tienen la revolución como su meta final. Después de la revolución, en una sociedad socialista, se necesitará el partido para organizar en la frontera los esfuerzos para adaptarse a las necesidades de todos y eliminar todas relaciones inequitativas.
El Marxismo-Leninismo se necesita para guiar nuestros esfuerzos para transformar a la sociedad y construir el socialismo. Karl Marx, Friedrich Engels, V.I. Lenin, Joseph Stalin, y Mao Zedong son los teóricos principales de esta ciencia de revolución. El Marxismo-Leninismo ha sido enriquecido por las contribuciones de William Z. Foster, Mother Bloor, Harry Haywood, Claudia Jones, y muchos más. La historia del movimiento socialista, y luego comunista, en este país es una fuente de conocimiento e inspiración. Aprendemos de todo eso. No creemos sólo porque alguien dijo algo que lo hace correcto. La práctica es el único criterio de la verdad.
Si bien podemos señalar características y objetivos para una sociedad socialista, entendemos que unos EEUU socialistas surgirá del proceso revolucionario que es distinto de este país. No procedemos de nociones preconcebidas. Cada país socialista es distinto. El socialismo en el mundo actual es un producto de la historia y circunstancias — las condiciones concretas — y nuestros esfuerzos de transformar esas condiciones.
La transición al comunismo
La meta del socialismo es una sociedad sin clases — el comunismo. La clase obrera es la única clase en la historia humana que tiene un interés central en abolirse como una clase, y en hacerlo, toda la opresión.
Una sociedad sin clases es un proyecto prolongado, y para llegar a este punto debemos mantener los ojos en el premio. El socialismo tiene que ver con poner fin a la escasez y reemplazarla con abundancia, moviéndose hacia una sociedad donde la distribución es según la necesidad.
Cuando la gente cambia al mundo, ella misma se cambia también. El cambiar al mundo positivamente, entonces, en búsqueda de justicia por la mayoría de la humanidad, es cambiar la humanidad misma. Solo a través de la lucha por el socialismo este brillante futuro puede ser nuestro. El presente es el campo de batalla donde se lucha por el control sobre el futuro y es ganado. No hay momento mejor para unirse a la lucha que ahora.