La clase en los EE.UU. y nuestra estrategia para revolución

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(El siguiente documento es una porción del programa político del Freedom Road Socialist Organization. Fue adoptado en nuestro quinto Congreso. Otras partes del programa todavía están en el proceso de desarrollo.)

Para cambiar la sociedad y poner fin a la opresión, necesitamos un plan para subir desde donde estamos ahora y llegar a liberación – una estrategia que funciona. Cualquier exitosa estrategia revolucionaria debe abordar el tema fundamental de quiénes son nuestros amigos y quiénes son nuestros enemigos y explicar cómo trataremos de unirse con todos con que se pueda unir para acabar con el orden que existe hoy.

Vivimos durante la época en que el capitalismo ha llegado a su etapa final: el capitalismo monopólico, también conocido como el imperialismo. El capitalismo monopólico es un sistema moribundo cuya existencia se encuentra en el camino de todo progreso social. Las corporaciones gigantes e instituciones financieras están dirigidas por una oligarquía adinerada que domina la vida política y económica de este país, bloqueando el camino a la prosperidad por la gran mayoría. Compañías estadounidenses cierran fábricas aquí y exportan capital por todo el mundo, a la lástima de todos excepto ellas mismas.

Nuestra clase dirigente (los capitalistas grandes y sus aspirantes) ha creado un imperio que se extiende por todo el mundo. Como vampiros, se encuentran a la cumbre de un sistema parásito que hace su hogar en Wall Street y chupa la sangre de las calles mayores en las ciudades de los EE.UU. y aldeas del mundo en desarrollo. Se alimentan a través del labor, la tierra, y los recursos naturales de otros. Ni distancia ni decencia es una barrera a su dinamismo para lograr el rato de ganancias tan alto como posible. El mundo ha sido dividido entre los grandes poderes capitalistas, que no van a parar para nada de expandir sus esferas de influencia y control.

Encima de nuestras fronteras, los capitalistas monopólicos han acumulado riqueza desconocida basada en la explotación del clase obrera multinacional y la discriminación sistemática y robo que infectan a las nacionalidades oprimidas.

Necesitamos voltear las cosas al revés. Esto significa revolución, una ruptura radical que avanza la causa de los explotados, qué utiliza, en palabras de Malcolm X, cualquier medio necesario. Los pueblos trabajadores y oprimidos necesitan poder político. Este poder es el medio de reorganizar la sociedad en nuestros mismos intereses y dictar nuestros términos a todos que se interponen en nuestro camino. La toma de poder por la clase obrera y sus aliados es la empieza de un gran cambio, una transformación que continuará hasta el fin de todas clases y opresión.

El frente unido en contra del capitalismo monopólico

Nuestra estrategia básica para revolución y socialismo es construir un frente unido en contra de la clase capitalista monopólica, bajo la dirección de la clase obrera y su partido político, con una alianza estratégica entre la clase obrera multinacional y las nacionalidades oprimidas en el núcleo del frente unido.

Identificar a nuestros verdaderos amigos y nuestros verdaderos enemigos es un primer paso hacia la construcción de un frente unido en contra del capitalismo monopólico. Para realizar este análisis necesitamos entender las clases diferentes, nacionalidades y grupos sociales en la sociedad estadounidense, identificar esas fuerzas cuyos intereses están en su conjunto en oposición a los capitalistas monopólicos, y dar una mirada a las características específicas de nuestra sociedad.

Es de suma importancia comprender el hecho de que los Estados Unidos es un país en que nacionalidades enteras – afroamericanos, chicanos y latinos, americanos asiáticos, tribus indígenas incluyendo indígenas hawaianos, americanos árabes y otros en las fronteras de los EE.UU. – están atadas por la cadena de opresión nacional. Igualdad entera y real, liberación y autodeterminación se hace posible con la destrucción del capitalismo monopólico. Por lo tanto la lucha de acabar con la opresión nacional tiene un significado revolucionario. No se puede entender ni el pasado, ni presente, ni futuro de los EE.UU. sin firmemente comprender esta posición.

La alianza estratégica

El cambio revolucionario en los EE.UU. traerá juntos dos corrientes poderosas: los esfuerzos de nacionalidades oprimidas para igualdad y liberación, y la lucha de la clase trabajadora multinacional para acabar con la explotación y eliminar toda opresión. Construir la unidad de estas dos fuerzas es lo que queremos decir con construir una alianza estratégica. Esta alianza prolongada es la fundación para un frente unido de clases y grupos sociales mucho más extenso que puede y debe unirse en contra de los capitalistas monopólicos.

La labor real de establecer esta alianza estratégica requiere llevar a cabo un conjunto de tareas interrelacionadas y a veces difíciles. Los obreros blancos, especialmente los que participan y miran adelante, tienen la responsabilidad de tomar la iniciativa de oponer el chauvinismo blanco o el racismo entre blancos y desempeñar un papel activo en construir la lucha contra todas manifestaciones de opresión nacional. Al hacer esto, ellos ayudan establecer la unidad y fuerza de la clase obrera multinacional y ayudan crear terreno más favorable para el desarrollo de los movimientos nacionales.

Trabajadores de nacionalidad oprimida y de mente revolucionario tienen la responsabilidad de oponer el nacionalismo de mentalidad cerrada entre trabajadores de su propia nacionalidad. Esto contribuye en superar la desconfianza y discordia entre las nacionalidades respectivas, aumentando la capacidad de combate de la clase trabajadora multinacional, y ayuda en crear una situación en que los movimientos nacionales de afroamericanos, chicanos y latinos, americanos asiáticos, tribus indígenas y otras nacionalidades oprimidas pueden establecer sus respectivos movimientos nacionales, cooperándose para lograr metas tenidos en común, mientras construyendo la alianza estratégica.

Entre los movimientos de las nacionalidades oprimidas, que por definición reúnen una suma de clases y grupos sociales, hay el asunto de cuál clase va a dirigir. Cuanto más fuerte sea el liderazgo de la clase obrera de los movimientos nacionales, más fuertes serán los movimientos nacionales (especialmente en un país como Estados Unidos, donde la mayoría abrumadora de las nacionalidades oprimidas son trabajadores) y más duradera será la alianza con la clase obrera multinacional.

La clase en los EE.UU.

Hay mucha confusión sobre la clase en los Estados Unidos. Los políticos, académicos, mediáticos e incluso líderes sindicales, han ocultado el tema. Como consecuencia muchos piensan que las clases principales en los Estados Unidos son los ricos, los pobres, y la clase media. Esta perspectiva tiene sus problemas. Ella enfrenta a los empleados de la clase obrera contra los desempleados, por proponer que la clase obrera es la clase media y tiene intereses distintos de los desempleados de la clase obrera. Otra variante es creer que cada persona que posee una cabaña o vive en el suburbio es “rico”. El efecto de este tipo de análisis es enfrentar la clase obrera contra sí misma, confundiendo los amigos con los enemigos y amortiguando la conciencia de clase.

Los marxistas abordamos este asunto de manera distinta, y creemos que ser parte de la clase obrera es razón de sentirse orgullo. Cuando los socialistas miramos al tema de clase vemos que cada tipo de sociedad, desde tiempos antiguos hasta ahora, es organizada en torno a sus herramientas – sus medios de producir cosas que satisfacen los necesidades y deseos del pueblo. La posesión de los medios de producción es básica. Las clases son grandes grupos de personas, quienes tienen una relación definida a los medios de producción, como la posesión. También tienen un lugar definido en la división social del labor, por ejemplo aquellos son supervisores o mánagers. El resultado de estas diferencias en quién posee qué y dónde alguien se queda en la división social del labor marca una diferencia en quién gana cuánta riqueza.

Las siguientes son las clases principales en los Estados Unidos. Cuando se dice que una clase o grupo social determinado piensa o actúa de una manera determinada, se basa en el entendimiento de que nada es uniforme y más se puede aprender por un lado, pero es clave que entendamos la moción general de algo sobre el otro.

Los capitalistas monopólicos

La clase capitalista monopólica es la clase dominante en los Estados Unidos. Poseen y controla las corporaciones grandes como Citicorp, General Motors y Wal-Mart. Esta clase de billonarios, multimillonarios y los de su elite social son los verdaderos dueños de los EE.UU.

Algunos de los apellidos en esta clase suenan – han estado allí tras las generaciones – como los DuPonts y Rockefellers. Otros son nuevos en comparación como los Waltons o Bill Gates. Todos de ellos son parasitos que se alimentan del labor de la clase obrera.

Esta clase tiene varios aspectos específicos. Primero, no solamente reinan los Estados Unidos; controlan un imperio que abarca el globo. Esto significa que literalmente tienen amigos y aliados en cada continente. Cada golpe que debilita el imperialismo estadounidense ayuda a los que estamos aquí en la lucha contra nuestro enemigo común.

Segundo, controlan la vida política y cultural de este país, desde el Congreso y la judiciaria, los medidos de comunicación y los militares hasta las instituciones de educación y el arte. Financian una multitud de instituciones y comités asesores que consideran y promueven activamente sus intereses estratégicos, incluso La Fundación Heritage, La Corporación RAND, el American Enterprise Institute, el Consejo de Relaciones Exteriores, y otros. También utilizan varias asociaciones de negocio, como la Cámara de Comercio de Estados Unidos.

Están atados – como maestros títeres a sus marionetas – de mil y una maneras a los principales partidos políticos: Los Republicanos y los Demócratas. Este control se mantiene a través de una serie de leyes que aseguran que el proceso electoral favorezca a los ricos, las contribuciones directas e indirectas de la campaña, el soborno, el engaño y la corrupción, y por un ejército de grupos de presión que son guardianes de sus intereses en el día a día.

Como cuestión práctica, esta clase incluye el estrato superior de políticos, figuras militares y algunos intelectuales.

Finalmente, esta clase ha demostrado de vez en cuando que no se detendrá ante nada para mantener su poder y privilegio.

Esta clase de capitalistas monopólicos es el blanco principal de la revolución en los Estados Unidos.

Los capitalistas no monopólicos

Estos son los capitalistas que son importantes a nivel local o regional. Entre ellos se incluyen algunos de los grupos bancarios y financieros más pequeños y algunas de las manufacturas más pequeñas, por ejemplo en la construcción de muebles y procesamiento de alimentos, los propietarios de grandes granjas y ranchos, con una sección más grande centrada en el sector de los servicios, por ejemplo, los propietarios de cadenas de restaurantes más pequeñas.

Este grupo también incluye una sección de grandes promotores locales de tierras y especuladores de bienes raíces, una sección de intelectuales bien desdichados, algunos grandes artistas y figuras culturales, y una sección de políticos, incluyendo algunos alcaldes de grandes ciudades.

Su característica distintiva es que no han logrado ser parte de la clase capitalista monopólica, y enfrentan una presión competitiva constante de las corporaciones con recursos amplios. Debido a esa presión frecuentemente tratan de compensarse por obtener ratos de explotación más altos de lo normal, y a menudo son extremadamente hostiles a los sindicatos y a los derechos de los trabajadores.

Mientras que tienen alguna independencia de – y a veces algunos están hostiles hacia – partes del agenda propuesto por los capitalistas monopólicos (por ejemplo, algunos se resienten de pagar por proyectos financiados con impuestos que beneficien sus competidores mas grandes y otros se preocupan de temas del comercio), en conjunto esta no es una clase progresiva. Los capitalistas no monopólicos también son un blanco de la revolución en los Estados Unidos.

Sin embargo, hay individuos entre esta clase que tienen la potencial de estar de favor o por lo menos no estar hostil hacia el cambio revolucionario. Dado el carácter multinacional de los Estados Unidos, notamos que también hay capitalistas no monopólicos basados en las nacionalidades oprimidas, quienes a veces están hostiles hacia la opresión nacional, y bajo condiciones favorables pueden estar traídos en el frente unido en contra del capitalismo monopólico.

La pequeña burguesía

En los EE.UU. la pequeña burguesía es una clase grande y de variedad que incluye la mayoría de profesionales, como los médicos, abogados, y directores. Se abarca la mayoría de intelectuales, como los profesores de universidad y científicos. También se incluye los dueños de empresas pequeñas que producen o venden bienes y servicios, pequeños agricultores, y pequeños caseros que ganan la mayoría de sus ingresos del alquiler.

Los que constituyen la pequeña burguesía o tienen aquella habilidad especializada o conocimiento o son dueños de los medios de producción o distribución.

Los que componen la pequeña burguesía tienen alguna habilidad o conocimiento especializado o son propietarios de los medios de producción o distribución. Como clase valoran la independencia que tienen. El estrato superior de esta clase espera unirse a los capitalistas, y al estrato inferior le teme ser empujado a la clase obrera.

Algunos pequeños burgueses reciben una porción de sus ingresos explotando el labor de otros, por ejemplo la mayoría de dueños de restaurantes o dueños de pequeñas tiendas de automóviles. Otros no lo hacen, como muchos médicos empleados por hospitales.

Basado en su relación a las otras clases y sus ingresos, la pequeña burguesía se puede dividir en tres grupos o estratos: superior, medio e inferior.

El estrato superior de la pequeña burguesía tiene un nivel de vida creciente. Para ellos la vida está mejorando. Y para aquellos en este grupo que producen o venden bienes y servicios – les gustaría unirse a las filas de los grandes capitalistas. Viven en suburbios, condominios y comunidades cerradas. El estrato superior incluye a muchos de los que practican la ley, médicos, propietarios de pequeñas empresas que están haciendo bien y contratan trabajadores, contadores, científicos, personalidades de los medios de comunicación locales, algunos propietarios y otros. Se ven a sí mismos como la clase media y muchos quieren que el “gobierno se salga de la espalda” o se vean a sí mismo como “conservadores fiscales”. Esta sección del pueblo tiende a ser activa en la política a nivel estatal y local y en la actualidad es una base social importante para la derecha política. Dado que, algunas secciones son más progresistas que otras, por ejemplo profesores universitarios.

El estrato medio de la pequeña burguesía está pisando el agua. Quieren seguir subiendo, pero el capitalismo los está tirando hacia abajo. Para ellos, las cosas parecen estar estancadas. Se sienten bien sobre su bienestar económico pero temen el futuro. Este grupo incluye una sección de administración y administradores, propietarios de pequeñas empresas que tienen algunos empleados pero todavía tienen que hacer parte del trabajo real, y propietarios de tiempo pequeño que mantienen algunos edificios. Este grupo incluye profesionales que no están haciendo tan bien como algunos de sus pares. Tienden a tener buenos hogares. Políticamente, este grupo tiende a ser una bolsa mixta. Los propietarios de las pequeñas empresas odian la regulación del gobierno. Los profesionales empleados por el gobierno tienden a tener un parecer muy diferente.

El estrato bajo de la pequeña burguesía es un paso lejos de la clase obrera y muchos tienen un ingreso que es más bajo que las secciones superiores o incluso medias de la clase obrera. Son dueños de pequeñas empresas del vecindario que frecuentemente fallan. Los pequeños agricultores, los propietarios de camiones, algunos pequeños contratistas de edificios y supervisores que trabajan con poder de incendio forman parte de este grupo. Muchos en esta sección de la pequeña burguesía tienen sus raíces en la clase obrera, y realmente les gusta ser su propio jefe. Esta sección de la gente frecuentemente exige al gobierno, como es el caso de muchos movimientos agrícolas. Utilizan préstamos para pequeñas empresas, y son como un grupo hostil a las grandes empresas y les gustaría ver el poder de los monopolios reducido.

A la larga, la pequeña burguesía en conjunto no tiene futuro como una clase. Realmente no puede competer con los grandes capitalistas y hay una tendencia en muchas de los profesiones hacia menos independencia – por ejemplo la disminución de consultas medicas pequeñas.

Es importante que el mayor número posible de personas dentro de esta clase sean llevadas al frente unido contra el capitalismo monopolista. En algunos casos, esto se hará sobre la base de los intereses económicos de sectores de esta clase. Por ejemplo, construir movimientos de protesta agrícola o unirse con pequeños propietarios de almacenes para oponerse a un Wal-Mart en la comunidad. En otros casos se trabajará construyendo centros políticos progresistas en una determinada profesión, por ejemplo, construyendo las organizaciones de abogados progresistas.

La clase obrera

La clase obrera constituye la mayoría del pueblo americano y será el fuerzo central y dirigente para el cambio revolucionario en este país. Se compuesta de mujeres y hombres de todas nacionalidades quién laboran para crear bienes y servicios, ya sea en las fábricas, los campos, o las oficinas. Abarca a los empleados y desempleados, a los que realizan trabajo manual o mental, a las personas que trabajan en el sector de los servicios o en la industria y el transporte. Incluye lo organizado y lo desorganizado.

La clase obrera vive vendiendo su capacidad para trabajar. Los capitalistas poseen los lugares y las cosas que se utilizan para crear bienes y servicios. Se apropian para sí mismos de todo lo que produce el trabajo colectivo de la clase obrera. Esto da lugar a un conflicto irreprimible, un choque de intereses básicos que puede ser resuelto por la clase obrera tomando todo el poder en sus propias manos.

La clase obrera estadounidense tiene una historia orgullosa de lucha. Desde la lucha por el día de 8 horas en el decenio de 1880 hasta las heroicas batallas contra las concesiones que se han librado en los últimos 20 años y el inspirador movimiento de trabajadores indocumentados por la plena igualdad, la capacidad de la clase obrera para tomar su destino en sus propias manos ha sido demostrada repetidamente.

En los Estados Unidos hoy la clase obrera en su conjunto se caracteriza por un bajo nivel de conciencia de clase. Si bien es cierto que muchos trabajadores no están satisfechos con el orden de cosas existente, no existe un entendimiento generalizado de que la clase obrera tiene un conjunto distinto de intereses que sólo pueden ser abordados por la acción colectiva de la clase. De hecho, si bien existe una percepción generalizada de que la vida para ellos y sus hijos puede ser cada vez más difícil, muchos trabajadores, en particular los sectores de la clase trabajadora que están mejor o más estables, o bien no se ven a sí mismos como parte de la clase obrera o tienen la esperanza de abandonarla del todo.

En términos generales, la clase obrera se puede dividir en la sección superior, media, y baja.

Las secciones superiores de la clase obrera tienen tanto el mayor ingreso como el más alto estatus social dentro de la clase en su conjunto. Incluye a aquellos en los oficios calificados, tales como electricistas, fontaneros, algunos carpinteros, algunos fabricantes de herramientas y troqueles y aquellos que realizan reparaciones y mantenimiento especializados. Los maestros y las enfermeras forman parte de este grupo. También incluye una sección de trabajadores organizados en industrias básicas como la minería, el automóvil y el acero, y algunos trabajadores gubernamentales.

En el sector de la construcción y en el de los oficios calificados, esta sección de la clase obrera es desproporcionadamente blanca debido a la discriminación y la opresión nacional. Dependiendo de la región del país, y si la instalación de producción está basada en un área urbana o rural, esto es menos cierto en los sectores sindicalizados de la industria básica.

A veces la parte superior de la clase obrera ha demostrado ser extremadamente militante cuando se trata de defender sus intereses de clase.

Algunas partes de las secciones superiores de la clase obrera están influenciada por el chauvinismo blanco y nacional; por lo tanto, estos elementos a veces llevan una influencia conservadora en el movimiento obrero y en la sociedad en su conjunto.

En los últimos treinta años, esta sección de la clase trabajadora se ha visto afectada por los cambios en las fuerzas productivas y la salida de fábricas a otros países, especialmente en las industrias básicas. Como resultado, es menos una fuerza en la clase obrera en su conjunto.

En una línea similar, algunos de los oficios calificados han pasado por un proceso por el cual el grado de habilidades requeridas ha disminuido (maquinistas) o donde el grado de sindicalización ha disminuido (carpinteros) y como resultado, las secciones más grandes y grandes de estas profesiones se han encontrado en las secciones media o baja de la clase trabajadora.

En el sector privado, esta es la sección más organizada de la clase obrera. Esta sección de la clase obrera a menudo se ve a sí misma como parte de la “clase media”, y en muchos sentidos cree que todo su modo de vida está desapareciendo.

La sección más importante de la parte superior de la clase obrera son las que se concentran en las industrias básicas, donde todavía hay muchos lugares de trabajo multinacionales grandes.

Las secciones medias de la clase obrera incluyen a la mayoría de los trabajadores del sector público, trabajadores sindicalizados en la industria ligera, transporte y comunicaciones y una gran parte de los trabajadores de oficina en finanzas, seguros e inmuebles. Mientras que los empleados públicos tienen una tasa de sindicalización más alta que la clase trabajadora en su conjunto, la sección media de la clase obrera está menos organizada que la alta y muchos tienden a trabajar en condiciones menos socializadas.

Esta sección de la clase obrera está bajo una seria presión, y está viendo su nivel de vida erosionado. Mientras que los trabajadores del sector público se enfrentan a presiones reales, muchos en esta sección de la clase corren el peligro de ser empujados a los sectores inferiores de la clase en tiempos de crisis económica o reestructuración. Esto es particularmente cierto cuando los hogares tienen menos recursos que rebajar, por ejemplo, a los trabajadores oprimidos de la nacionalidad que se enfrentan a “los últimos contratados y los primeros despedidos.”

La parte media de la clase ha sido de donde la mayoría de los nuevos miembros sindicales han venido en los últimos cuarenta años. Esto se debe en parte al crecimiento de los sectores de servicios y atención sanitaria. También se debe al movimiento de los trabajadores del sector público para que se unan a los sindicatos.

El movimiento de derechos civiles tuvo un gran impacto en el movimiento sindical entre el sector público debido al importante empleo de los trabajadores negros. Cuando Martin Luther King Jr. Murió en Memphis, él estaba allí apoyando una huelga de trabajadores sanitarios.

Los requisitos de organizar nuevos miembros hicieron que los sindicatos cambiaran y, a su vez, llevaron a luchas contra los fracasos de la antigua dirección sindical.

La organización de nuevos miembros redunda en interés de la clase y, en general, la organización de los no organizados ha contribuido a la lucha de clases.

La parte inferior de la clase obrera está creciendo, trabaja en las condiciones más difíciles y está desproporcionadamente formada por mujeres y nacionalidades oprimidas. Incluye a muchos que trabajan en la agricultura, la venta al por menor y las industrias procesadoras de alimentos, los sectores menos sindicalizados de la industria ligera, los trabajadores de prisiones y los trabajadores temporales, especialmente aquellos que no reciben beneficios. Los trabajadores sin empleo forman parte de esta sección de la clase obrera.

La sección empleada de este grupo de trabajadores no se hace ilusiones de formar parte de la “clase media”. Como grupo, la falta de vivienda está a sólo unos pocos cheques de pago perdidos. Cuestiones como la atención de la salud y el cuidado de los niños afectan a toda la clase obrera y también a partes de la pequeña burguesía, pero para los sectores inferiores de la clase obrera no se puede exagerar su importancia. Ningún cuidado de niños puede significar que no hay trabajo. Ninguna cobertura de atención de salud significa largas esperas en las salas de emergencia del hospital para recibir atención básica.

Muchos trabajadores indocumentados se encuentran en la sección inferior de la clase trabajadora, y a una parte de esta sección de la clase le gustaría ver un cambio radical.

Los pobres urbanos son el estrato de la sección inferior de la clase obrera que no tienen empleo o que carecen de empleo estable. Incluye a las personas que prestan asistencia pública y a los jornaleros. Los pobres urbanos están extremadamente insatisfechos con las condiciones, y es el único estrato de la clase obrera que en su conjunto está abierto a ideas revolucionarias sobre el cambio de sociedad.

El lumpemproletariado

El proletariado de lumpen está compuesto por aquellos que se hacen vivir principalmente por medios criminales, incluyendo tráfico de drogas, contras callejeras y robo. Está compuesto principalmente por antiguos miembros de la clase obrera que se han vuelto a los medios antisociales para pasar.

Mientras que en general es la clase trabajadora la que sufre de su comportamiento, secciones de este grupo pueden cambiar y convertirse en aliados de la clase trabajadora.

La dirección de la clase obrera y la necesidad de un nuevo partido comunista

Para que el cambio revolucionario tenga lugar en los Estados Unidos, deben existir tres condiciones. En primer lugar, las grandes masas de personas –trabajadores, nacionalidades oprimidas y otros que son retenidos por los capitalistas monopólicos– deben llegar a la conclusión de que no pueden vivir de la vieja manera, Y necesitan estar dispuestos a luchar para poner fin al viejo orden. En segundo lugar, la clase dominante necesita estar en crisis real, donde está dividida contra sí misma e incapaz de continuar con los negocios como de costumbre. Y, por último, debe haber una organización revolucionaria fuerte, un partido comunista capaz de navegar por situaciones políticas complejas y que pueda liderar la lucha para establecer el poder político de la clase obrera.

En un sentido práctico, esto significa que una parte sustancial de los activistas, organizadores y líderes necesitan tomar la ciencia de la revolución, el marxismo-leninismo, para construir un partido comunista, que es de hecho el destacamento avanzado y organizado de la clase obrera multinacional. Este proceso será el resultado de un esfuerzo organizado, y no puede venir sobre espontáneamente.

La construcción de un nuevo partido revolucionario es un proyecto a largo plazo que requiere perseverancia y determinación. No es algo que se pueda hacer de forma aislada de la lucha y los movimientos populares. Nuestro trabajo de construcción de partidos debe ser colocado en el contexto de nuestros tres objetivos: Ganar todo lo que se puede ganar mientras debilitamos a nuestros enemigos; elevar el nivel general de conciencia, lucha y organización en nuestras batallas inmediatas; y ganar a los avanzados al marxismo-leninismo, construyendo así la organización revolucionaria.

Las tareas de los revolucionarios en relación con la construcción de una organización revolucionaria cambian sobre la base del desarrollo de la situación objetiva. Ahora mismo hay muy pocos marxistas-leninistas en los Estados Unidos, mientras que el trabajo de unirlos es importante, esto no es clave para la construcción del partido. Encontrar nuevos socialistas en el curso de la lucha es lo que hay que hacer.

Es posible que un aumento de los movimientos nacionales conduzca a la creación de organizaciones marxistas basadas en una nacionalidad específica, como ocurrió a finales de los años 60 y principios de los 70. Si esto vuelve a tener lugar, significaría dar prioridad a la unidad de principios de las organizaciones comunistas. Del mismo modo, si la polarización en la sociedad debido a la decadencia del imperialismo estadounidense, o la radicalización de una sección de uno o más movimientos sociales crea una capa de activistas de mentalidad revolucionaria, esto a su vez afectará el contenido de los esfuerzos de construcción de partidos.

Ampliar la escala y el alcance de la organización revolucionaria con el objetivo a largo plazo de construir un nuevo partido comunista está estrechamente relacionado con la construcción de un frente unido contra el capitalismo monopolista. La capacidad organizativa y la comprensión política que proporciona un partido marxista leninista es el vehículo para el liderazgo de la clase obrera, y el andamiaje para el frente unido contra el capitalismo monopólico.